La pandemia de coronavirus marcó inequívocamente el año 2020 para todo el mundo, en todos los ámbitos. Los movimientos sociales no fueron la excepción. Por una parte, las diversas formas de confinamiento y distanciamiento social determinaron una disminución categórica de la movilización en una de sus formas más habituales: las manifestaciones y concentraciones, cuya capacidad de convocatoria ha sido siempre un factor clave para medir su éxito. Por otra parte, la crisis económica y social, pero también cultural, que sembró el virus, obliga a pensar en nuevas reacciones movimentistas frente a las desigualdades nuevas, las viejas que no desaparecen y las que se han agudizado. Frente a este horizonte crítico, la edición 2020 del Anuario reúne análisis de esta coyuntura desde distintas perspectivas, propuestas para su superación, preguntas y desafíos para un futuro postcrisis.
MUY INTERESANTES LOS DOS ARTICULOS
AURRERA – SALUDOS PERIKO