Nuevos retos para los movimientos sociales en la crisis política y en la transformación de sus escenarios
A nivel global, 2022 estuvo marcado por dos fenómenos: la normalización de la vida tras dos años de restricciones derivadas de la pandemia de covid-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El primero de ellos permitió, por una parte, comenzar a hacer balances retrospectivos de la pandemia, de sus efectos sobre los más diversos ámbitos de la sociedad; y por otra parte, la recuperación de las concentraciones, las manifestaciones y numerosas vías utilizadas por los movimientos sociales para perseguir sus objetivos.
El segundo fenómeno tuvo un efecto demoledor sobre la población mundial: el aumento desbocado de la inflación. Los precios de los bienes más elementales se dispararon, dando lugar a una nueva crisis económica que afectó más dramáticamente, como ocurre en la práctica totalidad de las crisis, a los sectores más desfavorecidos. Esta circunstancia tuvo un claro reflejo en la actividad de los movimientos sociales, impulsados a redoblar su actividad para denunciar el empobrecimiento de diversos sectores de la sociedad y demandar soluciones por parte de las autoridades públicas.
En el caso de España, a esos dos fenómenos globales se suman las crisis económicas anteriores; la polarización; ciertas crisis políticas no resueltas, como las demandas de soberanía, especialmente fuerte en Cataluña, pero aún latente en el País Vasco. Así mismo, el movimiento feminista se enfrenta a unas cifras de violencia de género que no se reducen, pese a la retórica feminista del Gobierno y al impulso de políticas públicas en esa línea.
Los cinco artículos que componen el Anuario de Movimientos Sociales 2022 se ocupan precisamente de estos ámbitos. En primer lugar, Ricard Gomà y Natalia Rosetti analizan las nuevas dinámicas de movilización colectiva en un marco de transformación de los espacios públicos y de crisis política, dedicando especial atención a la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno de España y a las demandas soberanistas en Cataluña.
El artículo de Petxo Idoiaga y Ramón Zallo entronca con el anterior a través del soberanismo: su texto aborda la evolución de las reivindicaciones nacionales en el País Vasco. Partiendo también del País Vasco, pero ampliando el foco a toda España, Mikel de la Fuente estudia el movimiento de los pensionistas y su lucha por conseguir una regulación de las pensiones que beneficie a los perceptores más vulnerables.
María Martínez traza una historia del movimiento feminista español, haciendo especial hincapié en los entrecruzamientos entre este movimiento y los partidos políticos; es decir, en las trayectorias de quienes materializan su acción política a caballo entre ambos espacios. Pablo Iglesias, por su parte, aborda algunas de las cuestiones que marcaron el escenario político durante 2022: el fortalecimiento de la ultraderecha, la polarización en las instituciones y en las redes sociales, las fake news y el doble juego de politización de la justicia y judicialización de la política.
Por último, Robert Fishman, cuyo artículo sobre relaciones movimientos-partidos se incorporará próximamente al bloque, al conjunto de artículos citados que ahora, bajo el citado título de Nuevos retos para los movimientos sociales en la crisis política y en la transformación de sus escenarios, aparecen ya en nuestra página web.